Te escucho
Eres como un vendaval arrollador pero discreto. Igual que un temporal lluvioso que guarda entre las gotas tus acordes en secreto. Como una ventisca a finales de julio del que llueve tu música y versos a la guitarra. A veces suaves y profundos, a veces con ira y eterna garra.
Yo prefiero arriesgarme por una vez en lugar de permanecer sin hacer nada. Empaparme con tus palabras cantadas mientras te enamoro con mi mirada. Y confesarte que estás más guapa recién levantada y toda despeinada. Que lo que más Amo de ti es escucharte la sonrisa libre y destapada.
© Sara Levesque 2020
Gracias a Tierra Trivium por abrazar mis letras.