En este último miércoles de agosto Rosa García-Gasco nos trae la segunda parte de su díptico, cuya primera parte podéis leer aquí (Sola sub nocte, I). Así que sin más preámbulos os dejo con Sola sub nocte, II de Rosa García-Gasco.
Sola sub nocte, II
La voz de tu sibila ahuyenta sombras. Y cuando has vuelto de ese mundo opaco, la línea del paisaje, los caminos, las carreteras, casas a dos aguas, texturas cotidianas de tu tiempo, se tornan desvaídas, deshilachadas, irreales, ciegas. Tú mismo has retornado hecho una sombra y tu sibila no es más que una estatua de hielo seco y sal. Su voz ya no la temen los espectros que cargas en los hombros.
Por Rosa García-Gasco