Esta semana Rosa García-Gasco nos trae un nuevo poema nocturno con el que olvidar por un momento todos los males que nos rodean. Disfrutar de Silba la culpa dormida.
Silba la culpa dormida
Cubre tu cama de palmas, guarda en cubierta tu vientre -fuera, llueven caracoles. Se ha levantado una brisa de espinas adoseladas. Las sirenas han huido. Brilla la luna desnuda. Lúbrico el caballo pone chorreando la marea de espumas de verso blanco.
En tus oídos silba la culpa dormida.
Tú, mientras puedes, te meces en tu cuna de horizontes, que no habrá luz que te dañe si no despiertas.
Por Rosa García-Gasco