Acabamos junio de la mano de Rosa García-Gasco con un nuevo poema, cargado de recuerdos y de sensaciones, así arrullándonos junto a Rosa García-Gasco os dejo con Siempre el gato.
Siempre el gato
Bajo la lluvia yo era como un gato -otra vez el felino, a todas horas- y apaciguaba el ruido de la gente, la disfonía del apocalipsis, el clamor descarado, el golpe de conciencia. Me empapé en el trayecto a tu ventana y ahora estoy cantando y desafino. Me seco el pelo con tu ropa vieja, me cuento los cabellos blancos. Luego empiezo la tabla del catorce con los surcos del entrecejo y de los labios, las grietas de los besos que no dimos. Pruebo a estirar la boca en el espejo, me suenan a sonrisa los maullidos, a una tormenta en junio. Viene el diluvio, o no, ¿qué nos importa? Me haré un ovillo espiralando el rabo y los bigotes bien cerquita de la estufa. No me despiertes hasta que no acabe todo. Es mejor que me guardes el secreto: Cuando regrese a tu tejado no habrá nadie. Sólo la luna habitará las tejas y la nada en torbellino las pupilas.
Por Rosa García-Gasco