Rosa García-Gasco nos trae un nuevo poema, con aires nostálgicos de una relación pasada. Disfrutarlo y evocar esos momentos de la vida de antes que de momento no podemos volver a disfrutar. Con todos vosotros Danza invisible de Rosa García-Gasco.
Danza invisible
Te quise mucho porque había que quererse. Eran los tiempos de las sombras donde esconder los besos, eran esquinas apartadas, parques, el coche viejo de tus padres. Y eran «labios de fresa» a trompicones, era el cine en invierno, era kiss fm y la nostalgia.
Y yo tenía que quererte, no existían alternativas a pesar de que las horas se deslizaban con color de pesadumbre, y los conciertos y las noches en los bares, y los propósitos de huida, y la cuenta en el banco y las enmiendas, y los mil planes hechos sin brújula ni mapa.
No había más remedio que quererse, era lo que tocaba. Todavía recuerdo el frío anticipado, la tarde en que me resistí a dejarte. Pero era lo mejor. Tú lo supiste como se sabe que va a haber tormenta.
Siempre.
Por Rosa García-Gasco