Has dejado tu firma
Has dejado tu firma
en mis sentidos
cuando pasabas la uña
por mis lunas.
Conseguiste que mi sangre
se agolpara en un punto fijo
y que mis gemidos
fueran un estribillo repetido.
Has abierto mi apetito,
mi sed de besos y caricias,
me has hecho sentirme
alguien querido.
Me has mostrado tus encantos
dejándome embelesado
y expuesto totalmente
a tus designios.
Me has desafiado
como poeta amante
diciéndome que en tu piel
podía escribir un manuscrito
y entonces, dentro de ti,
te he recitado el mejor verso,
y eso solo ha sido
el principio.
Por Alberto Morate