Llámame
Llámame “cariño”, que mi corazón vuelve a la vida. Avísame si tu día es una basura, que me guardo el Sol en el bolsillo y cargo con él hasta tu cara oculta de la Luna.
Llámame a todas horas, aunque esté ocupada. Llámame “ojitos perezosos”, que me resulta de lo más delicioso. Háblame incluso cuando discutimos, porque me resulta más fácil vivir sin aire que sin ti.
Tú poseías poesía, solo que no lo sabías. Eres la suave canción que suena en la radio, la melodía sin voz; la guitarra envejecida que arranca acordes desde el Corazón, la balada repleta de pasión, juntas volvemos a creer en el Amor. Eso es lo que te resumo con mi poema en forma de oración.
Gracias a Tierra Trivium por abrazar mis letras.