Esta semana nos acompañan Raquel Fontecha y Joan Roure con motivo de la inauguración de la librería la irreductible. No estamos ante una librería más sino ante una que tiene perfiles en redes desde antes de nacer como quien dice. Podeis visitar la irreductible en persona en C/ Jaume II, 7 – 25001 Lleida o de forma virtual en Facebook (lairreductiblellibreria), Instagram (@lairreductible) o Twitter (@lairreductible1).
IJDG: ¿Qué os ha llevado a montar una librería en un momento en el que es más habitual ver noticias de cierres?
la irreductible: Digamos que el hecho de montar una librería no lo vemos desde un punto de vista meramente comercial, no se trata de hacernos ricos, sino de cumplir un sueño. No es tanto algo económico como algo emocional. Desde ese punto, la irreductible no es solo un medio de vida, sino que es nuestro ocio, nuestra pasión, nuestro día a día las 24 horas. Y desde ese punto de vista, cualquier coyuntura es buena porque la lectura se ha revelado como una de las tablas de salvación de mucha gente que se ha visto encerrada en casa durante los meses más duros de la pandemia. Se han (re)generado unos hábitos lectores que, esperemos, están aquí para quedarse.
IJDG: ¿Cómo se os ocurrió el nombre?
la irreductible: El nombre surgió entre muchas otras opciones, sin una razón profunda, sino fruto de la situación en la que vivimos, en la que parece que tengamos que luchar contra los elementos.
IJDG: ¿Por qué poner el nombre en minúsculas?
la irreductible: El hecho de poner el nombre en minúsculas viene a ser un guiño a una de las autoras preferidas de Raquel, Marta Sanz, y sus pequeñas mujeres rojas. Ella explica como una forma de rebeldía el hecho de poner el título en minúsculas. Nosotros además de la rebeldía, de una necesidad de hacer las cosas de diferente manera, queremos apelar al significado último de las minúsculas. Muchas veces se abusa a la hora de colocar mayúsculas en los textos porque parece que dota al concepto de grandeza, de un significado más pleno, y es por eso que hemos apostado por lo contrario, las minúsculas llevan aparejada la humildad, el trabajo… aluden a esas hormiguitas que conviven en un ecosistema y que son (somos) todas igual de importantes, por minúsculas que seamos.
IJDG: Habladnos un poco de qué es la irreductible, ya que por lo que habéis enseñado en redes no da la impresión de ser una librería clásica.
la irreductible: Qué duda cabe que la irreductible es una librería, pero es algo más. Nos gusta calificarlo como espacio cultural porque queremos que la gente sienta que puede venir y sentarse, charlar con nosotros de libros, puede aconsejarnos, dejarse aconsejar, podrá venir a conferencias, talleres, clubes de lectura, presentaciones, debates… Además la irreductible tiene un espacio dedicado a exposiciones temporales, que irán rotando, de artistas principalmente locales, que tendrán en la irreductible un espacio para dar a conocer su obra. Queremos que sea un sitio en el que la gente entre no solo a comprar un libro, sino también a estar, bien sea porque hay una exposición que le interese, bien una actividad literaria. Un espacio, sobre todo, de encuentro.
IJDG: ¿La irreductible va a ser una librería especializada en algún género o nicho del sector editorial?
la irreductible: la irreductible será una librería generalista. Digamos que los géneros acotan mucho la definición de una novela. Desde ese punto de vista nosotros nos centramos más en la calidad de las obras y por ello no solo incluimos en nuestro catálogo libros que tienen la capacidad de llegar a todos los públicos, sino que apostamos por títulos de editoriales independientes, que conocemos de primera mano y que sabemos de su calidad y su cuidado a la hora de escoger libros y autores, dando así respuesta a los y las lectoras más exigentes. A partir de ahí habrá, qué duda cabe, ensayo, novela ilustrada, cómics, poesía y literatura infantil y juvenil. Lo que podemos decir es que llevamos ya varios meses consultando catálogos y todos los libros que están en la irreductible han sido seleccionados personalmente por nosotros.
IJDG: Estando el panorama tan revuelto ¿qué esperáis para 2021?
la irreductible: Partimos de la base de que todos los comienzos son complicados y desde ese punto de vista somos conscientes de que 2021 va a ser un año en el que deberemos de trabajar duro. Hacernos un nombre, que nos conozcan los vecinos y vecinas de Lleida, trabajar en redes para trascender lo local y llegar a más lectores, confiar en que la situación sociosanitaria nos permita iniciar el calendario de actividades que tenemos previsto… Digamos que va a ser un año entretenido y confiamos en que la inercia de la apertura de un espacio cultural en Lleida, así como el arraigo de unos hábitos lectores en unos tiempos de disminución de las interacciones sociales y actividades fuera de casa, vengan a encontrar respuesta en esta nuestra casa y a partir de ahora de la de toda aquella persona que venga a vernos.
IJDG: ¿Qué os gustaría que fuese la irreductible dentro de unos cuantos años?
la irreductible: Nos gustaría que siguiese siendo una librería (risas). Nos gustaría que la irreductible pasase a formar parte del catálogo de sitios habituales de Lleida. Que los vecinos y vecinas de Lleida y alrededores nos reconozcan como un lugar que está ahí y que tengan la sensación de que la irreductible ha estado siempre ahí. Que fuese un sitio en el que cualquier persona que entre se sienta cómoda, un sitio de reunión, de encuentro para esas personas con las que compartimos ecosistema. Un sitio en el que se sientan acogidas. Y más allá de eso, el tiempo dirá. Nosotros empezamos con un modelo de librería, pero los modelos se adaptan al entorno, por lo que la irreductible se adaptará también. Y las ideas que tenemos ahora quizá no son las mismas con las que terminamos dentro de unos años. Es por eso que nos quedamos más con lo emocional, con lo que queremos que sea la irreductible en ese plano, más que a nivel de negocio.
IJDG: Y para terminar, antes de desearos la mayor de las venturas con este proyecto tan a contracorriente, me gustaría que me contaseis qué otros proyectos tenéis entre manos a parte de la irreductible.
Joan Roure: En mi caso, después de haber visto el sueño de ver publicadas mis dos primeras novelas —La casa entre el sorgo (2017) y Cicatrices bajo la piel (2019)—, tengo ya terminado un nuevo manuscrito que está en fase de corrección y que espero que pueda ver la luz en unos meses. Por lo demás, actualmente la irreductible se lleva gran parte de mi tiempo y el poco que me queda lo dedico a leer y consultar catálogos de nuevas publicaciones.
Raquel Fontecha: Estoy en fase de terminar mi primera novela, hasta ahora únicamente había escrito y publicado relatos, y la apertura de la librería ha venido a interrumpir el proceso creativo en el que me veía inmersa. En todo caso, me queda poco para terminar aunque no estará lista antes de un año. Cerrar muchas veces es como en el tenis, ¿no? Igual que cuesta cerrar un partido, también cuesta cerrar una historia, bien sea una novela o un relato. Ahora solo queda esperar que pase la vorágine de los inicios y asentarme en la nueva situación de inestabilidad controlada para volver a ella y cumplir el sueño (¡otro más!) de verla terminada.
Y por último decir que siempre es un placer pasar por La Buhardilla del Grupo Tierra Trivium. Gracias por acogernos en ella, Ignacio.
El placer es nuestro, después de tantas letras compartidas. Para nosotros es un placer estar de forma virtual en el día de la inauguración de la irreductible. E invitamos a todo el que se pueda acercar, sin incumplir ninguna cuarentena, a visitar la irreductible y conocer a sus propietarios. Pero eso no es todo, para los que estamos en la lejanía tenemos una nueva cita con la irreductible mañana 13 de diciembre a las 12:00 en nuestra web. Y sin más desear a Joan y Raquel que la irreductible sea todo un éxito y espero poder pasarme pronto a visitarla, en cuanto la pandemia nos deje viajar.