Hace 78 años que nos dejó el poeta Miguel Hernández. Hoy quiero convertir esta buhardilla en un homenaje a Miguel Hernández, a aquellos que han mantenido viva su obra y en concreto al poeta Leopoldo de Luis del que hablamos brevemente hace unos meses en la visita que nos hizo Pilar Astray Boadicea.

Ambos poetas coincidieron en las filas del Quinto Regimiento del ejército republicano y por ello quiero recordar el poema que le dedicó Miguel Hernández a este regimiento:

MEMORIA DEL 5º REGIMIENTO

 El alba del diecinueve
de julio no se atrevía
a precipitar el día
sobre su costa de nieve.
Nadie a despertar se atreve
hosco de presentimiento.
Y el viento del pueblo, el viento
que muevo y aliento yo
pasó a mi lado y pasó
hacia el 5º Regimiento.
 Me desperté entre cañones,
y pistolas, y aeroplanos,
y un río de milicianos
como un río de leones.
Eran varios corazones
los que en el pecho sentía:
la sublevación ardía,
disparaba, aullaba en torno,
y eran el corazón de un horno
el gran corazón del día.
 Hombres, de noble mirada
y de condición más noble,
que han hecho temblar al roble
y desmayarse a la espada:
héroes que parió la nada,
dejando sin movimiento
el monte, el campo, el aliento
de la paz y la labor,
iban a unir su valor
en el 5º Regimiento.
 Herrerías y poblados,
minas, talleres y eras
ante las cajas guerreras
enmudecieron parados.
Se marchaban los arados,
y las demás herramientas,
a las casas cenicientas
donde la pobreza anida
al aparecer la vida
con pólvoras y tormentas.
 Campesinos: segadores,
la fama de los yunteros,
la historia de los herreros
y la flor de los sudores:
albañiles y pastores,
los hombres del sufrimiento,
ante el fatal movimiento
que atropellarlos quería,
fueron a dar su energía
en el 5º Regimiento.
 Lejos de los minerales,
los mineros más profundos
se movían irancundos
como los fieros metales;
ausentes de los trigales
y de los besos ausentes,
los campesinos vehementes,
con una sonrisa hostil
iban detrás del fusil
y de las malvadas gentes.
 ¡Qué largamente seguros
lucharon bajo sus ceños,
qué oscuramente risueños
y qué claramente oscuros!
Eran como errantes muros
generosos de cimiento,
y si llegaba el momento
de morir daban su vida
como una luz encendida
para el 5º Regimiento.
 ¡Cuántos quedaron allí
donde cuántos no quedaron
y cuántos se recostaron
donde cuántos de pie vi!
Así cayeron, así:
como gigantes lucientes,
enarboladas las frentes
como un orgullo de lanza,
y una expresión de venganza
alrededor de los dientes.
 España será de España
y español el español
que lleva en la sangre un sol
y en cada gota una hazaña.
 No seremos de Alemania
en ningún negro momento
porque el puro sentimiento
que nutre a los españoles
seguirá dando sus soles
para el 5º Regimiento.

Miguel Hernández (1939)

Y para pasar esta cuarentena os recomiendo visitar los poemarios Miguel Hernández y descubrir a Leopoldo de Luis que es un gran olvidado y que este año el 102 aniversario de su nacimiento.