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Mujeres más allá del tiempo y la historia
HYPATIA DE ALEJANDRÍA
Hoy vamos a hablar de una mujer que llegó al gran público de la mano del director español Alejandro Amenábar y su película Ágora. Pero de nuevo, lo vamos a hacer con ojos de mujer y vamos a partir con lo que dijo de ella Sócrates Escolástico:
«Había una mujer en Alejandría, que se llamaba Hypatia, hija del filósofo Teón, que logró tales alcances en literatura y ciencia, que sobrepasó en mucho a todos los filósofos de su propio tiempo»
Y de nuevo surge la pregunta, si hubiera sido hombre, las turbas encendidas por Cirilo, acusándolos de bruja, como no, que había embrujada a Orestes, prefecto de Alejandría, la hubieran asesinado de la cruel manera que lo hicieron, despojándola de su ropa como primer paso, para asesinarla y posteriormente quemarla.
Si hacemos un repaso de la historia, probablemente no, pues son muchas las mujeres que al despuntar en cualquier ámbito, terminaban muertas bajo una acusación u otra.
Pero como en todos los casos, su muerte física, no implicó su muerte para la posteridad, todo lo contrario, y de ella se ha escrito y hablado mucho, aunque hay muchos claroscuros en su vida como científica y muchísimos más en su vida personal, de nuevo, como la semana pasada, realidad y ficción se mezclan, para darle forma al personaje.
En el caso de Hypatia, no se está seguro ni de su fecha de nacimiento, que en principio se databa en el 370dc, pero si se compara con la de uno de sus discípulos más cercanos hay que atrasar la hacia el 355dc aproximadamente.
Hypatia, bebé de las fuentes de su propio padre Teón, matemático y astrónomo de la Biblioteca de Alejandría, y colabora con él en sus trabajos, e incluso en algunos de ellos, hay dudas sobre quien es el autor de ciertas afirmaciones y teorías.
¿Cómo colaboró Hypatia? Pondremos algunos ejemplos; en el campo de las matemáticas, ayudo a su padre a revisar la obra de Euclides, y escribió El comentario de la aritmética de Diofanto, que dio un impulso definitivo al álgebra, con la creación de unos signos matemáticos que simplificaban y utilizaban las operaciones y cálculos
En el campo de la astronomía, no está claro si sólo colaboró con su padre, que estudió la obra de Ptolomeo en trece libros, o si hay aportaciones propias, llegándose a comparar la letra, que tampoco ha podido llegar a esclarecerlo, aunque hay fuentes de diversos cronistas que dicen que sus estudios y aportaciones superan a las de su padre.
Pero quizá, lo más destacable, y lo que la llevó a la muerte, y que conocemos a partir de las cartas de Sinesio, Es que perteneció a la escuela neoplatónica, cuyas ideas parten de los pitagóricos.
Para resumir, diremos que para esta escuela, los números eran el centro de todo, lo que ponía orden al cosmos en general, los fenómenos eran una forma en que se reflejaban los números. Las matemáticas encantaban la perfección y eran su guía moral. El pensamiento y no la observación eran la forma de ampliar el conocimiento.
En la comunidad pitagóricos las relaciones se establecían a través de la amistad, no estaba jerarquizada y todo el mundo tenía cabida, ya que todas las personas tienen la misma alma.
Los pitagóricos, fueron los primeros en colocar la tierra alrededor del sol, un gran paso para la época, que se perdería en el oscurantismo medieval y se recuperaría con Copérnico.
Hypatia siguió todas las teorías neoplatónicas y sus alumnos eran de todo tipo sin importar clase, proveniencia o religión.
Pero en el año 412, con la elección de Cirilo como obispo de Alejandría, empezó el principio de su fin. El enfrentamiento entre el mundo abierto al estudio y teorías y religiones de Orestes, chocaba de frente con el fanatismo de Cirilo que atacaba a todo aquel que no fuera Cristiano, y aunque hubieron protestas por su nombramiento, este poco a poco urdió su trama para acabar con el mundo de la razón, el saber y la libertad religiosa e imponer su criterio, e Hypatia, que según él influía sobre todos los cargos civiles, fue el centro de todas sus acusaciones, y empezó la campaña de bruja peligrosa, que practicaba la magia negra y había embrujado a Orestes.
El final ya lo conocemos, de nuevo la mujer muerde la manzana y es la culpable, y tras la muerte de Hypatia, que sencillamente se encontró en medio de la lucha de dos poderes, el de Orestes y el de Cirilo, no entre paganos y cristianos, y así cayó víctima de dos mundos, que a día de hoy todavía perviven y digamos que conviven, el de la razón y el de la fe, lo que nadie puede poner en duda, es que con el triunfo de los fanáticos de la fe, empezó un periodo muy oscuro de la humanidad, sobre todo y como siempre, para las mujeres, que pasaron de poder ser sujeto a objeto, la Edad Media.
Por Nuria Barnés