Éxito en Valencia y Gerona
Con independencia del Black Friday que acecha al mundo entero, hoy es un día de celebración para Grupo Tierra Editorial. Y lo es porque ayer se realizaron dos presentaciones en paralelo, de la mano de nuestras colaboradoras María Gandía (Cataluña) y Eva María Galán Sempere (Levante), en dos ciudades distintas dando a conocer los trabajos literarios de los autores David Puigbó Trevejo y Miguel Ángel Rodríguez Chuliá.
Sabéis que uno de los objetivos Tierra es promocionar al autor en diferentes puntos de España. Creemos que es fundamental que su voz se eleve alto y sobrepase las fronteras de sus raíces.
David Puigbó presentó su libro, Trozos de mi piel, en la biblioteca Comtat de Cerdanya, junto al creativo Paco Riera Vilanova, que leyó el poemario del autor logrando extrapolar la sensibilidad del público ante la desgarradora historia que Puigbó cuenta en primera persona, sobre su paso por el mundo de las drogas.
Puigbó ha realizado varias entrevistas en radio por medio de GTE dando a conocer su último trabajo. Sin embargo, esta era la primera vez que presentaba en directo, en su tierra, emocionado y tímido, un ensayo en el que se han intercalado versos, ilustraciones y reflexiones íntimas.
En paralelo, Eva María Galán Sempere nos mostraba el maravilloso monasterio renacentista San Miguel de Los Reyes, en el barrio valenciano Els Orriols, en el que el autor llenó el auditorio dando a conocer su primera novela negra que, como purista del género, entremezcla crítica social con suspense policíaco, titulada Un hombre tranquilo.
Miguel Ángel Rodríguez Chuliá, es un conocido y polifacético escritor de Catarroja que ha despuntado con su obra La filosofía del agua en 2016, quedando finalista en el certamen de Relatos Sanadores. Asimismo, cultiva el género relato, con títulos tan interesantes como Las flores de Dana —que será publicado en esta revista mañana con una sorpresa—.
En la charla tuvimos la oportunidad de hablar del argumento de su novela, pudimos conocer las manías que el autor tiene a la hora de ponerse a escribir, sus gustos literarios, su interés por Paulo Coehlo, sus métodos para documentarse y su compromiso por la solidaridad y la justicia social.
Gracias a los autores por su confianza en GTE, a María Gandía y a Eva María Galán Sempere por su organización y dedicación, a las bibliotecas que han participado —tan dispuestas y proactivas— en el acto y, especialmente, a todos los lectores que están interviniendo en el proyecto con un compromiso envidiable, dando alas a la literatura independiente y, con ello, logrando que las letras no mueran.