El límite del horizonte
Escribo a lo lejano, al abrazo que nunca nos dimos porque nuestro destino es manco, a la Musa inalcanzable, al Amor imposible, a la traición de la razón… a tu Corazón.
Me atrae lo difícil. Mi Corazón no se excita si se lo dan todo hecho. Aun así, los obstáculos que pone la Vida en medio me sirven para aprender a escalar desde el nivel más básico, el de las propias conmociones. Esas que se esconden en el límite del horizonte y a las que, a diario, te expones. Las mismas que te provocan una frustración de cojones. Aquellas que no se resuelven discutiendo sino con acciones. Acciones en las que te ves obligado a esforzarte y estirar todos los tendones aunque, en el intento, se te caigan los pantalones. Aunque se te queden sin aire los pulmones.
Nosotros somos los auténticos ladrones cuando nos dejamos robar todas las emociones.
© Sara Levesque 2020
Gracias a Tierra Trivium por abrazar mis letras.