Debido a una incidencia informática mi anterior entrada de este mismo título se ha perdido así que hoy voy a intentar reescribir dicha entrada ya que lamentablemente no conservo ninguna copia de dicha entrada.

Así que el primer consejo de hoy es hacer siempre una copia de seguridad de vuestros textos, bien en otro equipo, bien en un formato permanente como un CD o bien impresa que una copia es facil que se pierda, pero la probabilidad de que se pierdan todas las copias se reduce de forma drastica en cuanto las tengais en varios en formatos. Y ahora sí, volvamos al tema de hoy.

La idea

A la hora de enfrentarnos a una historia lo primero que tenemos que tener más o menos claro es que queremos contar. Reconozco que es algo que no he seguido al pie de la letra y que salvo raras excepciones no me ha conducido a ningún lugar. Y en el caso de que no tengamos una idea global de que queremos contar si que es imprescindible que tengamos clara una imagen, una escena, un punto de partida o de llegada de la historia.

En el caso de que no tengamos claro que queremos contar o tengamos que hacer un ejercicio literario y nos pilla en un día con el cerebro seco, una cosa que podemos hacer es crear una tormenta de ideas, apuntando las palabras que se nos ocurran, apuntando situaciones cotidianas, tomando palabras al azar de un libro o revista, usando Story Cubes. Y con lo que ha salido escoger algunas de ellas para montar una idea.

La idea que estamos buscando no tiene que ser más de una frase. A veces es solo una palabra, un lugar o una sensación. Pero lo que si tiene que tener es la cualidad de ser especial, de no ser un lugar común como una pelicula de sobremesa en las que intuyes lo que va a pasar porque es una historia mil veces contada. La idea que hay que buscar es aquella que convierte una historia que has oido mil veces, en algo especial que sorprenda al lector.

Para encontrar esa idea, puedes plantearte una historia común y decidir contarla desde un punto de vista que se ha usado poco, como en las novelas de Jim Thompson, jugar a sorprender al lector. O llevarte la historia a la fantasía o la ciencia ficción para hablar de la realidad.

Hay infinitas posibilidades para encontrar una historia única, solo es cuestión de encontrar aquella que mejor se nos adapta como autores.


Espero que os haya gustado esta entrada y esta vez si, nos vemos en quince días para hablar de otras decisiones que tenemos que tomar antes de empezar a escribir.