En esta segunda charla, tras la reescritura de la primera me gustaría hablaros de otras consideraciones que tenemos que tener en cuenta a la hora de empezar a escribir una historia y la más importante de ellas es que extensión queremos que tenga el texto, ya que no es lo mismo escribir un haiku o un microrrelato que una novela de centenares de páginas y esto es algo que he ido aprendiendo con el tiempo.

La extensión: Microrrelatos

Una vez tenemos la idea, debemos plantearnos que tipo de historia nos evoca esa idea. Ya que hay veces que te piden un texto breve y la idea te dice que esa historia tiene mucho más recorrido o al reves quieres escribir una historia larga y te encuentras con que tu historia no da para más de 50 páginas.

Por eso es tan importante conocer, bien por imposición externa o por decisión propia la extensión que quermos que tenga la historia. Ya que, dependiendo de dicha extensión vamos a enfocar el desarrollo del texto de una forma u otra.

En el caso de microrrelatos, la labor principal es pulir la idea hasta eliminar todo elemento superfluo y jugar con el título como un elemento más de la historia. Tenemos las palabras contadas y no puede haber ninguna prescindible. Uno de mis mejores microrrelatos, quedó segundo en un concurso, fue ironicamente el siguiente:

Utopía,

La empresa de mascarillas quebró por culpa de los bajos niveles de contaminación.

En 2017 nadie se podría imaginar que cinco años después estariamos todos con la mascarilla por la calle. Pero quitando ese guiño del destino, os traigo a colación este microrrelato para hablaros de la importancia del título como parte del microrrelato, ya que sin el título el microrrelato pierde buena parte de su sentido.

Por eso, si queremos hacer un microrrelato que enganche tenemos que pensar que solo tenemos una oportunidad.


En dos semanas hablaremos de las consideraciones a tener en cuenta a la hora de prepararnos para escribir relatos más largos, espero que os haya gustado esta breve charla.