Esta semana Rosa María Mateos nos trae a dos primas hermanas con una habilidad muy especial, con todos ustedes Azucena y Jacinta.
Azucena y Jacinta
Azucena y Jacinta de los Ríos son primas hermanas y campeonas nacionales de natación sincronizada en su categoría. Ambas tienen una anomalía genética en los pulmones que les permite estar más de doce minutos bajo el agua. De pequeñas se hacían unas ahogadillas interminables que mantenían con el corazón en un puño a los vigilantes de la playa. No así a los padres, curados de espanto, que permanecían tranquilamente bajo la sombrilla hasta que las niñas emergían a la hora de comer.
Entre las dos inventaron piruetas y figuras imposibles en el agua, como el salto de la Ballena torcal y la acrobacia del Delfín narigudo. Azucena tiene tanta fuerza que lanza a Jacinta a la atmósfera a la velocidad del Blackbird, que es el avión más rápido del mundo. Una vez impactó contra uno de los focos del techo de la piscina y estuvieron un par de horas buceando en la oscuridad.
Entre ellas hay una amistad férrea y comparten todos los secretos. Cuando salen de la piscina, se sientan muy pegadas junto a las taquillas para enviarse mensajes por el WhatsApp. Son de ese tipo de peces que no hablan. Todo está por escrito, con tildes y sin abreviaturas; hasta comparten por el móvil su enamoramiento por Juanito Trampolín, campeón mundial de saltos con triple mortal y siete tirabuzones. El muy suertudo tiene la gravedad a su favor.
Ambas son conscientes de que el emoticono del corazón está ya más gastado que el palo un churrero.
Por Rosa María Mateos